La sequía disminuye la producción ganadera y viticultora en el Chaco
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La sequía está poniendo en aprietos al sector agrícola y ganadero de la Región Autónoma del Chaco, una zona históricamente afectada por la falta de agua. Se estima que un 60% de los productores ganaderos están obligados a costear el transporte de agua en cisternas para mantener a sus animales, mientras que los productores vitícolas advierten que su cosecha podría reducir un 40% debido a la escasez del recurso hídrico.
A pesar de las inversiones realizadas en los últimos años para mitigar las pérdidas, los efectos del cambio climático han intensificado la situación, haciendo que la época seca sea cada vez más difícil de sobrellevar.
Sector ganadero
Angélica Gallardo, presidenta de la Federación de Ganaderos del Gran Chaco (Fegachaco), explicó que desde principios de agosto los ganaderos ya están sintiendo los efectos de la sequía. Esta situación, agravada por la falta de forraje, ha debilitado al ganado, haciéndolo inadecuado para la venta.
“Si bien hay apoyo de las instituciones públicas para garantizar el agua, no es suficiente”, señaló Gallardo. De más de 1.000 socios de Fegachaco, el 60% está obligado a gastar grandes sumas en el transporte de agua. Tres viajes en cisterna, que equivalen a 45.000 litros de agua, cuestan aproximadamente 1.500 bolivianos.
Durante la última década, los ganaderos han invertido en soluciones como la perforación de pozos y la instalación de geomembranas o tanques australianos para almacenar agua. Sin embargo, la falta de precipitaciones en los meses de agosto y septiembre sigue afectando la producción ganadera.
Elio Rodríguez: “Básicamente el sector vitícola está abandonado por las instituciones públicas, por el tema que no hay recursos”
Gallardo mencionó que las lloviznas registradas en agosto han dañado el forraje, reduciendo aún más la disponibilidad de alimento para el ganado. Los ganaderos esperan que las lluvias lleguen en octubre, ya que, de demorarse, la situación podría volverse insostenible.
Vitícolas
Los productores vitícolas del Chaco tarijeño también enfrentan un panorama desalentador. Según Elio Rodríguez, expresidente de la Asociación de Viticultores del Chaco (Asovit), la falta de agua ha dificultado cada vez más la producción de uva. Las lluvias irregulares han disminuido los caudales de los manantiales en las zonas montañosas, y las perforaciones de pozos no han sido suficientes para cubrir las necesidades de riego.
Rodríguez subrayó que la escasez de agua, combinada con el impacto del cambio climático, ha generado heladas y temperaturas extremas. Para la próxima semana se esperan temperaturas superiores a los 40 grados, lo que obligará a los productores a incrementar el riego para evitar que las plantas en etapa de prefloración se estresen y afecten la cosecha.
“Hemos sufrido heladas que han retrasado la producción de uva y provocado grandes pérdidas. Aunque las plantas no se quemaron, las afectaciones son notables”, comentó Rodríguez.
En Yacuiba, donde se cultivan 120 hectáreas de vid, la producción promedio varía entre 800 y 1.000 cajas de 20 kilos por hectárea. No obstante, este año se estima que la producción caerá a entre 400 y 600 cajas por hectárea.
Rodríguez explicó que el sector vitícola ya venía golpeado desde la vendimia pasada. En 2023, las lluvias obstaculizaron la salida de la producción, ya que la fruta se pudría durante el transporte, y los precios fueron bajos. Este año, además, las heladas tardías han agravado la situación.
“Básicamente el sector vitícola está abandonado por las instituciones públicas, por el tema que no hay recursos, no hay plata, entonces no se hace nada por parte del Gobierno Municipal de Yacuiba ni del Gobierno Regional del Chaco, por el contrario, vemos que la autonomía que se tiene en la región para nuestro sector es contraproducente, porque hemos tenido acercamientos con la Gobernación de Tarija para gestionar un convenio para la perforación de pozos, pero nos topamos que para esta tarea se necesita el visto bueno de las instituciones chaqueñas, que por temas políticos no están dejando que llegue esta ayuda”, afirmó.
Asimismo, observó que el distanciamiento de las autoridades políticas del Chaco, siendo del mismo partido, está afectando de gran manera a los productores locales. Apuntó que existen programas del Gobierno Nacional como el PAR o Empoderar, del cual el sector vitícola de Yacuiba ha quedado al margen, esto porque el alcalde de esa región no es de la misma línea.
“Es culpa de la industria del gas”
El productor agrícola y exdirigente campesino de Yacuiba, René Rollano, recordó que antes de desarrollarse la industria de los hidrocarburos en el Chaco, no existía ningún desequilibrio en el calendario agrícola en esa región, ya que las lluvias tenían su temporada definida y eso ayudaba a la producción. Sin embargo, observó que tras el ingreso de las petroleras, toda esta situación ha cambiado, trayendo consigo la falta de precipitaciones, además de altas temperaturas.
Rollano explicó que en el Chaco cada vez la producción va disminuyendo, ya que la sequía extrema y la falta de lluvias está afectando el rendimiento de cultivos como la soya, maíz, maní y otros.
