Murió uno de los empresarios más ricos de la Argentina
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Gregorio Perez Companc, el prominente empresario argentino y dueño de Molinos Río de la Plata, la mayor empresa alimenticia del país, falleció este viernes a los 89 años. Perez Companc, una figura clave en el mundo empresarial argentino, dejó una marca imborrable en la industria.
La familia del empresario, quien adquirió el control de Molinos en 1999 al comprar la participación mayoritaria de Bunge & Born, aún no ha brindado detalles sobre su fallecimiento.
Perez Companc, conocido por su apodo “Goyo”, fue por años el empresario más rico de Argentina, con una fortuna personal estimada en 1700 millones de dólares. Al momento de su muerte, su familia y él se encontraban como los segundos empresarios más acaudalados del país, solo detrás de Marcos Galperín, fundador de Mercado Libre.
Su trayectoria empresarial comenzó en 1943 junto a su hermano adoptivo, Carlos Perez Companc, con la creación de una empresa naviera. Tras la muerte de su hermano, Gregorio asumió la dirección de la empresa, así como del Banco Río de la Plata y de SADE S.A. Con el tiempo, diversificó sus inversiones y se consolidó como un influyente empresario a través del Grupo PeCom, actualmente gestionado por tres de sus siete hijos y dedicado al sector energético.
El Grupo Perez Companc no solo domina el sector de Alimentos y Bebidas con Molinos Río de la Plata, sino que también es un actor clave en los Agronegocios con Molinos Agro y en Energía con PeCom. Dentro del sector alimenticio, Molinos Río de la Plata es conocida como “la dueña de las góndolas” en Argentina, con marcas populares como Granja del Sol, Exquisita, Lucchetti, y muchas más.
En 2009, Gregorio decidió delegar la gestión de su imperio a sus hijos. Actualmente, Luis (excorredor de rally), Rosario y Pilar lideran la estrategia de negocios del grupo. Recientemente, estos tres adquirieron las participaciones de sus hermanos Jorge, Cecilia y Catalina en las tres empresas del grupo, consolidando así su control sobre el holding, que genera una facturación total de 3500 millones de dólares.
Aunque en 2002 vendió la petrolera Pecom Energía a Petrobras para enfocarse en Molinos, en 2015 el grupo familiar regresó al sector energético comprando los activos locales de Skanska. El legado de Gregorio Perez Companc sigue vivo a través de sus empresas y de la influencia significativa que tuvo en la economía argentina.
