Los bodegueros compraron 40% menos de uva por bajas ventas

El Comité de Competitividad Cadena, Uvas, Vinos y Singanis de Tarija, la Federación Departamental de Viticultores de Tarija y la Central Única de Comunidades Campesina de Uriondo, reportaron que en la vendimia 2023-2024, las bodegas de vinos y singanis bajaron la compra de uva en un 40% a comparación de pasadas gestiones, por las bajas ventas en mercados locales y nacionales.

El presidente del Comité de Competitividad Cadena, Uvas, Vinos y Singanis de Tarija, José Sánchez, indicó que las bodegas de vinos y singanis industriales compraron solo un 40% de la cosecha de uva 2023-2024, mientras, que para el 60% de la producción tuvieron que buscar mercados para comercializar en Tarija, Santa Cruz, La Paz, Cochabamba y Paraguay.

Por otro lado, el dirigente señaló que los productores entregaron su producción a las bodegas a créditos y cuotas, a consecuencia que los vitivinícolas no cuentan con recursos económicos para la cancelación en efectivo, porque sus productos están almacenados desde hace tres años atrás por falta de mercados en Bolivia y en el exterior

Esta situación preocupa a las familias campesinas del municipio de Uriondo y Cercado, porque varios productores se quedaron con las variedades de Moscatel, Cardinal, Italia y Syrah, entre otras, sin entregar al sector industrial y tuvieron que rematar la producción a bajos costos para el consumo de la población, sostuvo, Weimar Rojas, productor de uva del municipio de Uriondo.

El representante de la Casa Vieja en el Valle de La Concepción, Julián Lazcano, explicó que hubo una caída del 20 hasta el 30% de los mercados internos para los vinos y singanis en el país, por ende, eso generó que compren menos uva a los productores esta gestión, para evitar pérdidas en el sector vitivinícola con el almacenamiento de sus productos.

Los bodegueros advierten que la caída de mercados para vinos y singanis tarijeños repercute en toda la cadena productiva, atribuyen a principales problemas como el contrabando, la falta de barreras arancelarias para vinos extranjeros y la falsificación de singani. Esta situación se la arrastra desde hace ocho años aproximadamente, pero con mayor fuerza durante la pandemia hasta la pasada gestión.

Los industriales sostienen que el contrabando de vinos en cartón y cerveza en lata provenientes de la república Argentina es el principal flagelo para esa cadena productiva, situación que provocó que en la actualidad las bodegas funcionen al 60 por ciento de su capacidad instalada, hasta la comercialización de sus productos almacenados desde has tres años atrás.

Según los productores, del total de la uva producida en Bolivia, el 52% se destina para el mercado de consumo (uva fresca) y el 48% restante tiene como destino las bodegas (industriales y artesanales) para la elaboración de vinos y singanis.

En Tarija existen 2.171 has de uva

El secretario de Desarrollo Productivo del Gobierno Autónomo Departamental de Tarija, Efraín Rivera, informó que de acuerdo al último censo vitivinícola, la producción de uva en Tarija alcanza las 2.171 hectáreas de terreno producidas.

En el departamento de Tarija, la actividad vitivinícola está establecida en los municipios de Cercado, Uriondo, San Lorenzo, Padcaya, El Puente, Yunchará, Yacuiba, Villa Montes, Caraparí, donde se produce uva de mesa para el consumo de la población, y uva para elaboración de vino y el singani.

Los valles de Tarija y Chuquisaca son los mayores productores de uva en el país, de la producción total de uva del departamento de Tarija un 15% de la producción corresponde a la uva negra varietal y el resto a la uva blanca varietal y moscatel de Alejandría.

Según la Asociación Nacional de Industrias Vitivinícolas (ANIV), cada año en Bolivia se produce aproximadamente unos 16 millones de litros de vino y 5 millones de litros de singani y cerca del 75 al 80% se encuentra en el departamento de Tarija, que equivale a 13 millones.

Entre tanto la cadena de uvas, vinos y singanis del Valle Central de Tarija y la Asociación Nacional de Viticultores de Tarija (Anavit), calcula que la cadena de la vid genera un movimiento económico para el sector cada año de unos 40 millones de dólares.

El País